11 diciembre 2007

Brillante discurso de la Presidenta Argentina Cristina Fernández de Kitchner al asumir el mando de la Nación

En un emotivo discurso ante el Congreso, que mostró claramente la capacidad de análisis y exposición, Cristina Fernández resumió los claros avances logrados por el gobierno saliente del que su esposo fue Presidente y en el que ella fue también protagonista, al asumir el mando de la Nación Argentina como su actual Presidenta. Con estilo, firmeza y gran tacto, expuso los avances que en Argentina ha tenido la lucha democrática y de superación de la gran crisis económica en que estaba sumido el país.
 
Haciendo énfasis en el esfuerzo colectivo para seguir adelante con los cambios expresó: "Yo no me engaño, nunca he creído en los triunfos personales e individuales, descreo profundamente de ellos, porque creo en las construcciones colectivas y la sociedad. Este último 28 de octubre precisamente convalidó, ratificó una construcción política, social y económica diferente, lo hicimos con todos los argentinos."
 
No dejó ningún tema relevante sin tocar, desde la renegociación de la deuda externa, el pago del Fondo Monetario Internacional, la lucha contra la desocupación, la pobreza, en busca de un modelo económico con matriz diversificada e inclusión social, pasando por la gestión legislativa en la que como diputada y senadora luchó por el equilibrio institucional, la derogación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, y la lucha por lograr "(...) una Corte Suprema de Justicia a los argentinos que no los avergonzara, honorable...",  junto a sus colegas parlamentarios.
 
Defendió la prerrogativa argentina de recurrir a la Corte Internacional para dirimir las diferencias con Uruguay sin dejar de enfatizar la hermandad que los une y su intención de no profundizar las diferencias.
 
Dando un claro respaldo a los derechos humanos, planteó que esperaba que durante su mandato fueran terminados los juicios que han durado más de 30 años para saldar la deuda con los familiares, madres, abuelas, sobrevivientes y a las propias Fuerzas Armadas, "para que de una vez y para siempre, en vistas al Bicentenario, se pueda separar la paja del trigo y entonces los argentinos podamos volver a mirarnos a la cara".
 
En el terreno internacional esto se vió reflejado en el apoyo solidario a la madre de Ingrid Betancourt y a la negociación pàra su liberación, haciendo un claro llamado al Presidente de Colombia en tal sentido. Otro aspecto muy relevante fue la defensa del multilateralismo y su crítica a la lucha contra el terrorismo violando el derecho humanitario internacional en referencia implícita a EEUU. Para reivindicar con fuerza el reclamo irrenunciable a la soberanía de las Islas Malvinas, llamando a Inglaterra a acatar el mandato de Naciones Unidas a terminar con los enclaves coloniales.
 
Creo que la presencia de Michelle Bachelet como observadora de ese discurso y su estrecha relación de amistad con Cristina Fernández, deberían ayudar a que asuma un liderazgo más decidido que sus partidarios y el país reclaman para salir del clima confrontancional y mediocre de la política chilena.