02 febrero 2007

SOBRE LA PILDORA DEL DIA DESPUÉS

He leído por enésima vez en la prensa:

El presidente de la Conferencia Episcopal, Alejandro Goic, señaló que la medida que permite repartir el fármaco es "unilateral" y fue adoptada "sin escuchar una parte importante" del país.

El presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Alejandro Goic, salió al paso del decreto presidencial que permitirá la distribución de la "píldora del día después", hecho que calificó como una "decisión basada en una visión parcial del hombre y de la sociedad".

El sacerdote expresó el malestar de la Iglesia Católica por la medida y señaló que la normativa, que ya cuenta con el visto bueno de la Presidenta Michelle Bachelet, "recoge de modo unilateral una visión parcial de la sociedad".

Definitivamente creo que hay que aplicar el principio aquel de "Dadle al hombre lo que es del hombre y dadle a Dios lo que es de Dios".

La píldora del día después, la del día antes y la de todos los días, es una cuestión del ser humano.

Si a la Iglesia que sea no le gusta que sus feligreses, "esa parte del país" que dicen los obispos que el gobierno no ha tomado en cuenta, no tomen la píldora, pues que prediquen en sus templos y les exijan el cumplimiento de sus prédicas a su rebaño, porque así cumplen su misión pastoral, que además no es gratis, es decir cumplan con su trabajo, por el que cobran, y que dejen gobernar en paz. Amén.