EL CABALLEROSO PIÑERA SE FUE A LA MIERDA

Luego de perseguir a Michelle Bachelet para darle un abrazo de Año Nuevo y repetirse el plato en Valparaíso, la noche de los fuegos artificiales y referirse a que como en la cueca "el varón persigue a la dama", con las declaraciones de que si "Michelle es tuerta o no ve bien", se le cayó la careta al candidato de la derecha, de supuesto "caballero" de capa y espada, pues queda como el marido que besa a su mujer en público y la golpea en privado.

Parece ser que declaraciones de ese tenor, poco tienen que ver con el "humanismo cristiano" que tanto pregona este candidato, o de un referente "más amplio que la Alianza" incorporando al centro político cuya característica es la moderación. Más bien recuerda al lenguaje farandulero donde se desenvuelve su hermano y al machismo ancestral que los acompaña.

Por eso resulta risible al menos, que luego declare que "no caerá en descalificaciones". Esto que parece anecdótico y trivial, denota el trasfondo valórico de un candidato cuya personalidad le ha conquistado enemigos en sus propias filas de Renovación Nacional y la UDI, unidas hoy en un "matrimonio" de conveniencia que resulta poco convincente en relación con su supuesto liderazgo, donde no sólo sus parlamentarios no votaron para desauciar el sistema binominal que tanto ha denostado en el pasado, sino que varios de sus notables se fueron de vacaciones a pesar del llamado que hiciera su "amigo de la infancia" Joaquín Lavín.

A pocos días de la segunda vuelta electoral, parece que sólo veremos remarcados los rasgos negativos y un endurecimiento de las facciones que caracterizan a este empresario que quiere vender la imagen de un lobo con piel de cordero para cazar o "comprar" incautos.